La gran aliada de la terapia psicomotriz es la sala de psicomotricidad. Es el punto de encuentro de la psicomotricidad con la estimulación de los sentidos. Pero, ¿qué condiciones y materiales debe tener la sala? En este post vamos a explicarte las características fundamentales, así como los materiales que deben usarse y cuáles son los objetivos.
¿Qué características tiene la sala de psicomotricidad?
La sala de psicomotricidad debe cumplir las condiciones perfectas para que los niños y niñas tengan libertad de movimiento y deseos de expresarse. Una buena iluminación, la calidez y un espacio confortable son factores que no pueden faltar. La sala debe ser amplia y con gran capacidad para que todos los niños de una clase puedan moverse. Otra de las características clave es la falta de obstáculos. En definitiva, que la sala favorezca la necesidad de movimiento que tienen los niños en las edades tempranas.
¿Qué materiales se pueden encontrar en las salas de psicomotricidad?
Los materiales podrán variar en función de la edad. En la etapa de 0 a 6 años los materiales cumplen una característica común, la mayor parte de ellos son blandos para evitar golpes.
- Cojines: son objetos modulables que sirven para favorecer el juego simbólico, así como para tumbarse y realizar todo tipo de movimientos.
- Telas: tienen una infinidad de usos, favorecen la creatividad y también son usadas en el juego simbólico, por ejemplo como capa o para taparse.
- Aros: son de los pocos objetos duros que se utilizan en estas edades. Sirven para delimitar espacios, el espacio interior puede ser su espacio a no invadir, o para incentivar los saltos en el desarrollo sensoriomotor.
- Picas: al igual que los aros pueden utilizarse para delimitar espacios. También se utilizan en el juego simbólico. Para evitar percances, en las edades más tempranas las picas son sustituidas por churros de gomaespuma.
- Cuerdas: son utilizadas para arrastrar objetos y también dan mil interpretaciones en el juego simbólico.
- Espejo grande: cumple una función indispensable en la sala de psicomotricidad. Al verse reflejados, los niños y niñas ven de primera mano cómo realizan los gestos y movimientos corporales. Es un objeto básico para su estimulación y para el autoconocimiento. A partir de los seis meses empiezan a reconocerse y a partir de los diez meses comienzan la interacción.
Además de estos materiales, en la sala de psicomotricidad también pueden utilizarse juguetes, peluches o pelotas.
Los espacios de la sala de psicomotricidad
El desarrollo de los niños gira en torno al espacio sensoriomotor, simbólico y cognitivo. En la sala forma parte de tres sitios diferentes:
- Espacio sensoriomotor: es el lugar de encuentro entre su cuerpo y el espacio. En él descubre sus límites respecto así mismo y a los objetos que le rodean.
- Espacio simbólico: generar vivencias y momentos reales, el niño va creando situaciones y expresando sus emociones.
- Espacio cognitivo: es un espacio delimitado con materiales. El niño representa con distancia afectiva, sin implicarse emocionalmente, sus creaciones.
El objetivo de la psicomotricidad
El objetivo principal de la psicomotricidad mediante la sala es el desarrollo global. A través de su cuerpo en movimiento, en relación con los espacios, los objetos, consigo mismo y con el otro, tomará conciencia de sus posibilidades y limitaciones proporcionando un desarrollo psicomotor en sintonía.
Los objetivos de la psicomotricidad van en línea con los objetivos que plantea el diseño curricular base de la educación infantil: conocimiento del cuerpo, posibilidades y limitaciones, adquisición progresiva de la autonomía, autoconfianza y seguridad.
Para sacar el máximo partido a la sala de psicomotricidad, es importante que los profesionales tengan una formación específica. En Psicopraxis llevamos más de 30 años formando psicomotricistas. Si quieres completar tu formación, solicita información sobre nuestro programas de formación.