Hablamos con Bernardita Río, fisioterapeuta y especialista en Psicomotricidad que dirige el centro Psicomot en Chile. Tras terminar su formación de pregrado, vino a España a especializarse en Psicomotricidad y desde ahí su vida supuso una transformación. Regresó a Chile y con la metodología Psicopraxis imparte formación e intervención en Psicomotricidad en su país. ¿Conocemos su historia?
¿Por qué decidiste especializarte en Psicomotricidad?
Estaba en la universidad estudiando fisioterapia, y escuché el término psicomotricidad. Solo la palabra ya me sedujo. Empecé a indagar de qué se trataba, en qué consistía. Esto fué el año 96 (mientras estudiaba en la universidad) y en Chile prácticamente no se sabía lo que era la psicomotricidad. Como un regalo de la vida, cuando estaba terminando la carrera vino de España un profesor de Educación Física que se había formado en Psicopraxis, y me introdujo en el conocimiento de la psicomotricidad y la metodología allí impartida.
Me interesó tanto, que decidí hacer la tesis de mi carrera sobre “Psicomotricidad con niños ciegos”, este profesor guió y apoyó mi tesis. Cuando terminé la carrera, y al defender la tesis, él me animó a especializarme en psicomotricidad y que si tenía la posibilidad fuera a hacerlo con Psicopraxis. Así llegué a España año 99, sin tener noción de lo que iba a implicar esa formación. Tienes un concepto (una teoría) pero cuando pruebas la metodología Psicopraxis en sala el mundo se te da vuelta (un giro de 180°).
La formación me aportó para generar una intervención con los niños que nunca imaginé el impacto que pudiera tener en el desarrollo de éstos y en sus familias. Hasta el día de hoy fue la mejor inversión de mi vida. Fue una transformación personal, la formación me influyó tanto a nivel profesional como personal. Me cambió la mirada, la forma de acercarme al otro, de vivir la vida y de intervenir en el trabajo para con los niños.
Tras ese aprendizaje en España con Psicopraxis, decidiste emprender en Chile con la Psicomotricidad, ¿cómo empezó Psicomot?
La psicomotricidad fue un complemento extraordinario a mi formación de base como fisioterapeuta. Hice la formación en Psicopraxis en el año 1999- 2000 y regresé a Chile teniendo claro que quería dedicarme a ello. En fisioterapia se ve un cuerpo motor funcional desde lo biomecánico, en psicomotricidad se ve un cuerpo global con un área emocional, cognitiva, espiritual, le vemos como un TODO…. Cuando regresé a Chile, empecé poco a poco, primero comprando materiales, generando un pequeño espacio en mi casa y creciendo de a pasitos. Posteriormente conseguí un lugar privado y empecé a hacer difusión porque había poca gente con formación así en Chile. Mientras tanto, conforme pasaron los años regresé nuevamente a España con Psicopraxis. Seguí formándome en Atención Temprana y Prenatal para aplicar todo lo aprendido en mi centro. Así nació Psicomot, como un espacio que se convirtió en un lugar de encuentro dedicado a la difusión, intervención y poder formar a más profesionales en psicomotricidad.
¿Qué formación impartís en el centro de Psicomot?
Empezamos impartiendo el Máster en Psicomotricidad, y este año lanzamos el Experto en Psicomotricidad Terapéutica. Además, el año pasado hemos empezado a impartir el curso “Educar con Sentido” en Santiago y también lo ofrecemos para centros en otras regiones de Chile que estén interesados.
También tenemos relación directa con dos universidades Chilenas. Desde Psicomot colaboramos en Pregrado en Educación Infantil y en Postgrado en el diplomado en Atención Temprana, en ambos casos con metodología Psicopraxis.
Psicomot es un lugar de encuentro dedicado a la difusión, intervención y poder formar a más profesionales en psicomotricidad
¿Qué otras actividades lleváis a cabo?
El centro tenía una orientación clara cuando se creó: poder hacer “difusión, intervención y formación en Psicomotricidad” y así lo hacemos hasta el día de hoy.
Impartimos talleres introductorios a la psicomotricidad y también orientados a temáticas específicas. Por ejemplo: está el Taller “¿Podemos educar a través del movimiento?”
y otro sobre “La dimensión corporal en psicomotricidad”, este último nace por lo observado de cómo llegan los niños a sala: “sin un cuerpo presente” debido al uso de pantallas, la pandemia claramente también influyó… y también por lo observado al menos aquí en Chile; el aumento de suicidios en adolescentes ¿qué cuerpo tenían esos chic@s?
Las intervenciones que hacemos en Psicomot son a lo largo de todo el ciclo vital: embarazadas, atención temprana, grupos en educación y reeducacion Psicomotriz, también terapia…. y no podemos dejar fuera al grupo de adultos mayores ( este nace hace un par de años atrás) ell@s también son parte de este espacio.
¿Qué es lo que más impacta a los alumnos al tomar contacto con la sala de psicomotricidad?
El impacto se genera a nivel personal y profesional por lo global que es la disciplina. La mayoría de las personas llegan buscando una especialidad profesional y se van con un enriquecimiento a nivel personal. La sala en sí les engancha, energiza, libera, expande. Les llama la atención la libertad que se provoca en ellos y en los niños (que puedan expresarse libremente sin un juicio impuesto por el otro).
Desde lo profesional, les impacta cómo se transforma la mirada hacia un otro independiente de la profesión en la cuál se desempeñen: las profesoras para con sus estudiantes,
las terapeutas que intervienen en las distintas especialidades para con sus pacientes y familias.
Incluso te van mencionando como va cambiando su forma de ser y estar con sus propias familias, hijos…. en sus hogares.
La formación me aportó para generar una intervención con los niños que nunca imaginé el impacto que pudiera tener en el desarrollo de éstos y en sus familias
¿Por qué aconsejarías a un profesional formarse en psicomotricidad?
La psicomotricidad te da herramientas para trabajar, pero también para vivir, para sentirte más plena, más libre en el día a día, más consciente de ti y de tu relación con el otro, con el mundo. Entrar todos los días en sala, te ofrece una energía impresionante y una posibilidad de re- crearte constantemente. No solamente aportas al otro, sino que el otro también te aporta a ti. La sala es un todo, un aprendizaje mutuo en un espacio común protegido. No solo ocurre con los niños, sino también con las familias de ellos, con los adolescentes y adultos….quizás lo más importante es lo sistémico de la Psicomotricidad (esto es que se transfiere se expande a la sociedad no se queda dentro de esas paredes, sale al universo, enriquece la sociedad )
La mirada se transforma, el cuerpo, la comunicación, la creatividad nace y se expande… En cualquier profesión se va ampliando esa vocación y encuentras esa misión dentro de tu vocación y me atrevo a decir de tu vida que toma ruta, la tuya propia.
Desde mi experiencia personal, no es una inversión solo a nivel profesional, es una inversión para la vida.
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