Desde los primeros meses de vida en el útero, el movimiento se encuentra presente en los seres humanos. Una vez salen al mundo, el niño ya ha tenido sensaciones externas e internas que le han llevado a desarrollar movimientos corporales físicos y psíquicos. A partir de ahí, ¿cómo evoluciona el desarrollo senrioromotriz? Vamos a analizarlo.
Reflejos primarios o innatos
La salida al mundo social, hace que el bebé empiece a desarrollar mecanismos para adaptarse a su nuevo espacio. Este proceso de adaptación lo va consiguiendo poco a poco. En un primer momento se produce gracias a los reflejos innatos o primarios. Analizamos alguno de estos reflejos.
Reflejo de succión: cuando se le coloca un objeto cercano a los labios, provoca la succión.
Reflejo Palmar: aparece también al nacer, cuando se coloca un objeto en la palma de la mano el bebé tiende a cerrar para agarrarlo.
Reflejo de búsqueda: al tocar la mejilla del bebé con los dedos, su cabeza se orienta hacia ese lugar y abrirá la boca buscado el objeto que succionar.
Reflejo Laberíntico de Enderezamiento: se caracteriza por mantener la cabeza en posición vertical alzándola cuando se inclina su cuerpo hacia delante.
Estos reflejos suelen ir desapareciendo con el paso del tiempo. Tienen un papel fundamental ya que aportan al niño o niña un medio para hacer frente a nuevas situaciones.
Reflejos secundarios
Nada más nacer el bebé experimenta esos reflejos arcaicos. A los meses van desapareciendo y aparecen reflejos más elaborados que también acabarán desapareciendo. Algunos de ellos son:
Reflejo del Moro: una respuesta involuntaria que hace el bebé cuando se asusta y extiende los brazos hacia delante de lado y con las palmas hacia arriba y los pulgares flexionados.
Reflejo de Galant: al pasar la mano por la parte baja de la espalda el bebé arqueará el cuerpo hacia arriba y hacia los lados.
Reflejo de arrastre: cuando se coloca al bebé boca abajo, tratará de mover sus piernas para avanzar gateando.
Reflejo de sostén de brazos y piernas: cuando le acercas a una superficie hará el efecto de andar.
Todos los reflejos tienen dos fases. La acomodación se produce en los primeros encuentros del individuo con el objeto y la persona. Después viene la asimilación, cuando el individuo tiene ese proceso de incorporación.
Desarrollo sensoriomotor
El desarrollo sensoriomotor se define como el descubrimiento de las sensaciones que el movimiento produce en el cuerpo físico y la sensibilidad que produce en el terreno emocional. La actividad que realiza el organismo, por un lado favorece la maduración que permite el desarrollo sensoriomotor y por otro permite el descubrimiento de nuevas prácticas.
El abordaje de la psicomotricidad en la primera etapa de vida, como argumentaba LAPIERRE, es muy importante por ser un periodo fundamental en la estructura de la personalidad.
El desarrollo sensoriomotor puede resultar lento, pero es necesario para un correcto desarrollo cognitivo y emocional. Al final, la madurez corporal que consigue el niño le permite armonizar la parte corporal, cognitiva y afectiva.
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1 comentario en «Desarrollo sensoriomotor: descubriendo las sensaciones del movimiento»
excelente.