Laura Estremera se formó como Psicomotricista en Psicopraxis. Ha montado su propio proyecto de acompañamiento en la infancia en la Puebla de Híjar, Teruel. También hace acompañamiento a familias de cualquier punto de España con su servicio online.
Por las aulas de Psicopraxis pasan numerosos profesionales, que tras su formación emprenden nuevos proyectos. Es el caso de Laura Estremera, educadora infantil, maestra de audición y lenguaje y psicóloga. Laura complementó su formación en Psicopraxis con el Máster en Psicomotricidad y comenzó un proyecto de acompañamiento en la infancia en Teruel, además de escribir varios libros, el último “Déjalos ser niños”. Hemos hablado con ella para conocer su experiencia.
Tras tu formación como maestra de audición y lenguaje y educadora infantil, ¿qué significó la especialización en psicomotricidad para tu desarrollo profesional?
La psicomotricidad me aportó una forma de comprender a la infancia y una serie de herramientas para poder acompañar a los niños y niñas que marcó un antes y un después en mi carrera. Después de realizar esta formación me di cuenta de que realmente quería ser psicomotricista y decidí emprender creando un proyecto de psicomotricidad.
¿Qué destacarías de la formación que recibiste en Psicopraxis?
Recuerdo una frase que escribí en mi memoria (uno de los trabajos que realizamos durante el máster) y era «hay formaciones que te forman y otras que te transforman» y yo sentía exactamente eso, que no era la misma persona que dos años atrás; el trabajo personal, una de las partes en las que se divide la formación como psicomotricista, me resultó lo más enriquecedor porque a pesar de llevar toda mi carrera formándome en temas relacionados con la infancia, nunca se había puesto la atención en mi propia auto observación para conocerme más y así poder acompañar a los niños y niñas mejor.
La psicomotricidad me aportó una forma de comprender a la infancia y una serie de herramientas para poder acompañar a los niños y niñas que marcó un antes y un después en mi carrera.
En 2018 comenzaste un proyecto de acompañamiento a la infancia desde la psicomotricidad vivenciada en La Puebla de Híjar, Teruel. Cuéntanos más acerca del proyecto y la labor que desarrollas en la zona.
Este proyecto comencé a desarrollarlo en Alcañiz, una localidad más grande, allí principalmente realizaba sesiones grupales tanto educativas como preventivas. De aquella etapa destaco especialmente los grupos de psicomotricidad en familia con bebés por ser una experiencia muy enriquecedora.
Después llegó la pandemia y la posibilidad de trabajar en grupo se vio reducida. Este hecho, unido a unas circunstancias familiares, hicieron que tomara la decisión de trasladar todo el proyecto al lugar donde vivo, La Puebla de Híjar, una localidad mucho más pequeña y que suponía a prácticamente todas las familias interesadas trasladarse en coche para poder asistir a las sesiones. La acogida fue buenísima y desde entonces acompaño a niños, niñas y sus familias tanto de forma individual como grupal.
El asesoramiento a las familias presencial y virtual es también un punto importante de mi proyecto desde que me gradué como psicóloga y que me permite acompañar a familias que están en cualquier punto de España.
No respetar los procesos madurativos de los niños y niñas, me parece que es un error bastante frecuente.
Tu último libro “Déjalos ser niños” es una guía para los padres y educadores en el acompañamiento respetuoso en los primeros años de vida, ¿cuáles son los errores más comunes que se cometen en este proceso?
No respetar los procesos madurativos de los niños y niñas, me parece que es un error bastante frecuente. Vivimos en una sociedad con prisas, que no respeta los ritmos de los niños y niñas y que se centra en exceso en el resultado final, sin comprender la riqueza que tienen todas las fases de cada proceso. Por ello, se pone especial énfasis y presión en procesos que los niños y niñas están preparados para realizar de forma natural, siempre que no haya una dificultad de base, y así, forzamos sus movimientos cuando son bebés, no les damos tiempo para que descubran su cuerpo, posturas, formas de desplazamiento hasta llegar a caminar; no respetamos el proceso de control de esfínteres o tantos otros.
Otro error bastante común es tener unas expectativas no ajustadas al desarrollo de los niños y niñas, debida a nuestra escasa información sobre el desarrollo infantil, esperando que hagan cosas para las que no están preparados, como esperar que sean capaces de controlar sus emociones en etapas donde necesitan ser correguladas por el adulto, que compartan sus juguetes cuando es imposible que puedan hacerlo…
Ambos errores pueden solventarse cuando las familias se sienten acompañadas de profesionales que les enseñan a observar a sus hijos e hijas y el valor de sus acciones.
Laura, ¿cuáles son tus próximos proyectos?
En junio publicaré un nuevo libro, está vez abarcando un rango de edad más amplio, desde el nacimiento a la adolescencia y con una base en la que la mirada de la psicomotricidad estará muy presente.
Muchas gracias a Laura Estremera por acercarnos un poco más de su aprendizaje y sus proyectos.
1 comentario en «Laura Estremera: «Hay formaciones que te forman y otras que te transforman»»
Muy bonito, interesante, profesional y creativo lo que comenta sobre su trabajo intelectual de seguro eficaz o eficiente para lograr una buena educación y formación infantil.