Uno de los juegos preferidos de los niños siempre ha sido simular su juego con objetos o personajes que no están presentes. Es una faceta muy reconocida y el juego simbólico tiene una gran importancia en el desarrollo de los más pequeños. Vamos a analizar cómo funciona y qué significa para los niños y niñas.
¿Qué es el juego simbólico?
Como introducimos en el post, el juego simbólico es un tipo de juego que desarrollan los niños y niñas donde desempeñan otros roles que ellos observan en la vida real. Es una actividad que además de divertir, potencia la imaginación.
Importancia del juego simbólico
El niño en el juego simbólico expone las situaciones y busca comprenderlas. En el juego puede adoptar el papel de un adulto, como la madre y el padre ejerciendo la autoridad y busca razonar ese comportamiento. El juego simbólico ofrece al niño la posibilidad de manipular el discurso y asumir conductas y en ocasiones plantea un discurso que no es capaz de asimilar. En ese momento, a través de sus propias reflexiones y cambiando los papeles en el juego simbólico, evoca otros significados y consigue desbloquear ciertas situaciones.
Esas observaciones, nos llevan a la reflexión que los niños pueden tener otros contactos internos más allá de los intelectuales, por ejemplo una sonrisa o la seducción que pueden servir para motivarles.
Admitir situaciones a través del juego simbólico
El juego simbólico lleva al niño a descubrir su mundo y cómo lo vive el adulto. En la representación del juego simbólico se le puede ayudar para que continúe y se le apoya. En la representación pone en los personajes la fantasía para manifestar sentimientos como la agresividad, la timidez, el valor o la competencia. Es ahí donde el niño puede encontrar límites o situaciones que anteriormente no ha podido admitir.
Veamos un ejemplo:
“Guillermo llega a la sala de psicomotricidad, coge una pica y desafía al resto sin pegar a nadie con un papel agresivo. La psicomotricista se le acerca, y le pregunta si quiere jugar, él responde que no puede porque está muy nervioso y no quieren jugar con él. En el momento que la psicomotricista se acerca se echa a llorar. Le cuenta que al dejarle su madre le ha dicho no va a ir a buscarle y se va a quedar ahí para siempre.
Esta situación explica que Guillermo llegó fuerte y desafiante con los demás. Finalmente se produjo un estallido en forma de lloros, evitando agredir o ser agredido por otro niño. Lo que buscaba era comunicarse para solucionar su conflicto.
Guillermo recibe una educación rígida y es castigado continuamente. Vacila en sus decisiones y suele escoger un discurso desafiante.
Tras el momento de llorar, Guillermo se puso a jugar. En su juego representó la dificultad que vivía, eligiendo el papel de padre y cambiando al de hijo. No encontraba su “lugar”. Finalmente va encontrando su lugar y establece una relación con el resto de niños, conociendo los límites a respetar. En la sala de psicomotricidad, ha encontrado su lugar, respeta y le respetan.”
¿Cuáles son los beneficios?
A través de juego simbólico, se desarrollan capacidades y se favorece el desarrollo de una forma completa:
- Los niños y niñas comienzan a desarrollar sus emociones.
- Potencia la imaginación.
- Favorece la comprensión de su entorno.
- Nos ayuda a conocer más al niño, sus pensamientos y sentimientos.
- Facilita el desarrollo cognitivo, aprenden a pensar y razonar a través del juego.
Los símbolos que interiorizan a través del juego simbólico se convierten en recursos de control de conducta. El niño o niña va encontrando su adaptación social y su bienestar.