Tras un evento terrorífico, como puede ser un accidente de tráfico, un desastre natural, una violación o la pandemia, la persona que lo experimenta puede sufrir un trauma. En los niños hay situaciones traumáticas como el maltrato, abandono o separaciones de los padres. En la adolescencia influyen todas aquellas situaciones en que sienten que no pertenecen al grupo o a la familia. Y en cualquier edad situaciones de enfermedad o muertes repentinas. El trauma es la respuesta emocional a ese evento, es estar en desequilibrio y si no se trata puede derivar en un trastorno de estrés postraumático.
La terapia psicomotriz puede ayudar a las personas que sufren un trauma a superarlo. Veamos cómo puede hacerlo.
La sala de psicomotricidad y los traumas
En las situaciones de trauma, se requiere confianza en el terapeuta, en el espacio y tiempo diferente a cuando se realiza un abordaje educativo o reeducativo. En una situación de trauma, acudir a terapia psicomotriz, ya es un movimiento. Cuando una persona se siente capaz de moverse, aunque sea sutil, algo ya cambia dentro y fuera. El movimiento expresivo es real del interior al exterior para que sea escuchado. En la producciones hay algo que se transforma. Para llegar a esa transformación, es fundamental que se produzca la confianza con el terapeuta y ese movimiento se traduce en un cambio en la persona: siente confianza en sí mismo para expresar quién es.
Reconectar con uno mismo
El movimiento que se produce es físico y emocional. Antes de abrirse, la persona debe reconectar con uno mismo, con lo primario que son las sensaciones y el movimiento. Así la persona, sea niño, adolescente o adulto, va mostrando su historia al tiempo que permite liberarse a través de la terapia psicomotriz. La persona se transforma y se siente competente, capaz. La palabra también es un movimiento que puede ser defensivo, justificativo y expresivo. Observamos el acople con el movimiento para que la persona encuentre esa unión o que la persona libere la palabra condicionada y encuentre otros caminos para expresarse, ir al sensoriomotor, a la base del desarrollo.
¿Cómo influye el movimiento?
En la expresión de quién es cada uno, influye el movimiento. Ofrece las posibilidades de transformar, ayuda a reconectar el sistema nervioso, genera otros circuitos, otras sensaciones, otras conexiones, otros apoyos internos y externos, da sentido a la globalidad, a quienes somos. En trauma se observan los cambios, en la mirada, el tono y la respiración y muchos hablan de sentirse libres.
¿Para qué sirve la terapia psicomotriz?
El movimiento en la sala va desde lo más grande a lo sutil. La respiración y la voz es también movimiento que libera y permite transformar. Cuando hay confianza en sí mismo, que puede venir primero de ver que el otro no me juzga, ya libera. La terapia psicomotriz sirve para dar sentido a quienes somos, dejar y soltar lo que ya no necesitamos.
Terapia psicomotriz para todos
La terapia psicomotriz, teniendo en cuenta la metodología de Psicopraxis y de Carmen Pascual, busca el acople con la edad con la que trabajamos, por eso abarca desde el nacimiento hasta la vejez. Incluso, la terapia psicomotriz es útil en el acompañamiento en situaciones de enfermedades degenerativas y la muerte, dando sentido a la vida tal y como es.
Es importante que los profesionales tengan formación especializada para tratar a cada persona en cada etapa de la vida. En Psicopraxis llevamos más de 30 años formando profesionales continuamente. Consulta toda nuestra oferta de talleres y cursos para seguir ampliando tu formación.
Ana Eugenio, psicóloga, psicomotricista y terapeuta psicomotriz