Actualmente se estima que alrededor de 45.000 mujeres viven en España en situación de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Al entrar al país, el 70% no son identificadas ni protegidas. Muchas han sufrido abusos, llegan con bebés o embarazadas. Ejercer la maternidad en esas circunstancias es un desafío y a veces se enfrentan a la retirada de custodia. Ante la falta de programas integrales que atiendan sus necesidades, nace el proyecto de Makena con Child Héroes y en el que colabora Psicopraxis. A través de la psicomotricidad vivenciada, los formadores de Psicopraxis ofrecen una atención especializada. Hablamos con Patricia, fundadora y directora de Child Heroes.
¿Cómo nació el proyecto Makena y cuál es su principal objetivo?
Makena nace en junio del 2023, ante la necesidad de ofrecer una atención especializada a niños y niñas hijos de supervivientes de trata. Pero poco a poco hemos ido extendiendo la atención a otras familias en situación muy vulnerable.
El objetivo es mejorar el bienestar psico-afectivo y el desarrollo integral de niños y niñas en situación de vulnerabilidad extrema, hijos de mujeres supervivientes de trata y otras formas de violencia, a través de la psicomotricidad relacional, el fortalecimiento del vínculo de apego y el acompañamiento en la crianza. Este proyecto se fundamenta en la necesidad de ofrecer una respuesta integral que aborde tanto los daños emocionales en los menores, como las carencias en las habilidades parentales, factores críticos para romper ciclos de violencia y exclusión social.
¿Cómo se desarrolla el proyecto?
El proyecto Makena se desarrolla mediante tres líneas de acción:
Por un lado la terapia individual que consiste en sesiones terapéuticas dirigidas a los niños y niñas para favorecer su desarrollo integral, fortalecer su autonomía y reparar heridas emocionales a través del juego y el movimiento. La metodología utilizada es la psicomotricidad relacional.
Por otro lado, los talleres de crianza y acompañamiento donde las madres participan en actividades grupales e individuales enfocadas en fortalecer el vínculo de apego con sus hijos, aprender herramientas de crianza positiva y recuperar su sentido de competencia parental.
Y por último, el acompañamiento a profesionales. Se ofrece apoyo a los equipos que trabajan con estas familias, incluyendo formación y espacios para gestionar el estrés y la frustración asociados a su labor.
¿Qué resultados se buscan?
Se espera alcanzar resultados como la mejora en el desarrollo emocional y social de los niños, el fortalecimiento del vínculo afectivo entre madres e hijos y una mayor resiliencia en los equipos profesionales. Todas las actividades se llevan a cabo bajo un enfoque coordinado y adaptado a las necesidades individuales de cada familia, con mecanismos de evaluación continua para asegurar su efectividad.

¿Cómo afecta a los niños la terapia?
La mayoría de la madres se encuentran en estado de supervivencia tratando de cubrir las necesidades materiales más básicas de sus hijos, no obstante, gracias al acompañamiento son capaces de reconocer cada vez mejor las necesidades emocionales de sus hijos y se sienten más seguras en su rol parental. Los niños que nos derivan tienen muchas dificultades, rasgos TEA, hiperactividad, agresividad, parálisis cerebral, síndrome de down…son algunos de los diagnósticos con los que llegan. Poco a poco en el caso de los TEA hay algunos rasgos que van desapareciendo, se producen mejoras en el lenguaje y sobre todo en la relación, porque han encontrado en el psicomotricista una figura en la que apoyarse para explorar su capacidad y porque ahora sus madres saben como mirarles y como estar con ellos.
¿Cómo puede ayudar la psicomotricidad a conectar emocionalmente con sus hijos?
Son mujeres que no han tenido la suerte ni el acompañamiento para elaborar su maternidad. La metodología que utilizamos con ellas es vivenciada. Es difícil llegar a ellas desde la palabra. Jugar, tocar, sentir, e interactuar con sus hijos les ayuda a poder expresar corporal y verbalmente lo que sienten y desde ahí es más fácil guiarlas y acompañalas.
En tu experiencia personal, ¿qué es lo que más te ha marcado del trabajo día a día con las mujeres?
El comprender la necesidad de que conecten con ellas mismas para poder conectar con su hijos y con su entorno. Algunas están bloqueadas y necesitan más tiempo, otras poco a poco van desatando los nudos que las mantienen aisladas, pero todas son unas luchadoras que sienten un profundo amor por sus hijos y desean una vida mejor para ellos.
En el proyecto Makena participa la directora de Psicopraxis Carmen Pascual. Hemos hablado con ella acerca del proyecto, ¿qué impacto se aprecia en las mujeres y en los niños desde que inician el programa?
El proyecto está teniendo un aprecio muy grande porque las mujeres vienen de un entorno muy solitario y ahora se sienten atendidas y escuchadas. Hay un gran agradecimiento por la escucha que se aporta y por facilitarles cómo aceptar, entender y tratar a sus hijos.
Por parte de los niños, se ve la evolución en ellos. La mayoría vienen de traumas muy profundos y violentos y descubren que se puede tener una relación más afable y afectiva. Empiezan a sentir que hay un espacio donde se pueden expresar.
En general, sienten que tienen valor y que merecen ser beneficiados de aquello que nunca han recibido.
A través del proyecto Makena, reciben atención, escucha, tiempo y todo lo que necesitan para la educación de sus hijos. Empiezan a ver que las cosas se pueden hacer o decir de otra manera y sobre todo que no están solas, las estamos acompañando.
Psicopraxis y Child Héroes
Psicopraxis lleva años trabajando con la Fundación Child Heroes en España, en Sierra Leona y en Benín, a través de diferentes proyectos como Recomponer el corazón y ahora con el proyecto Makena. Con estos proyectos promovemos el bienestar y el desarrollo de niños y niñas en dificultad, a través de la psicomotricidad relacional, así como la formación de profesionales que puedan ayudarlos. ¿Quieres colaborar con nosotros? Conoce más sobre la Fundación Child Héroes.